Muchas veces apostamos tanto por algo, especialmente por alguien, que ante una decepción podemos sentir que la vida se nos va, pero afortunadamente como la mayoría de las cosas que nos ocurren, resulta en sólo una lección y probablemente el mayor favor que podamos recibir para ayudarnos a abrir los ojos y darnos cuenta de en qué o quién hemos invertido nuestras energías y recursos.
La decepción viene a nuestras vidas cuando sentimos que las cosas no resultan como esperábamos, y quizás es Justo allí dónde está la clave de todo, en qué esperamos mucho y esperamos desde lo que nosotros sentimos, desde lo que nosotros haríamos en el lugar del otro. Pero en realidad es que todos pensamos, sentimos y actuamos diferente; todos tenemos criterios propios, creencias, crianzas, deseos y prioridades que no necesariamente tienen que coincidir con lo que impulse las acciones de otro.
Cuidar y valorar las relaciones evita que lleguemos a decepcionar a nuestros afectos, la honestidad, el respeto, el no hacer a otros lo que no nos gustaría que nos hicieran, son lineamientos básicos que pueden guiar nuestras acciones.
En Nahuali te enseñamos a velar por tus acciones,velar por tu felicidad,sin llevarse por el medio a quienes apuestan por nosotros.