7 ago

Somos hijos de un mundo distraído.

Somos hijos de un mundo distraído que olvido como hacer reír a los niños y en lugar de un cuento de hadas, regalamos un IPhone.
En lugar de colores, les compramos una tableta.
Somos hijos de un mundo distraído que olvido como jugar con la bola, hacer correr una cometa a la orilla del mar y correr descalzo por los prados.
Somos hijos del iPhone, smartphone, tabletas.
Queremos saber quién está al otro lado del mundo, sin ver quién esta a nuestro lado.
Somos hijos de un mundo distraído hecho de tecnología y buenos días olvidados.
De un café publicado en las redes sociales y un café frio para beber.
Somos hijos de un mundo distraído que olvido hacer sonreír a un niño.