Los adolescentes suicidas suelen pensar mal de sí mismos, a sentirse sin esperanza y a tener un pobre control de impulsos y baja tolerancia a la frustración y al estrés. Los sentimientos de depresión pueden ocultarse en forma de aburrimiento, apatía, hiperactividad o problemas físicos. Con frecuencia, estos jóvenes están distanciados de sus padres y no tienen a nadie, fuera de la familia a quien acudir. Muchos provienen de familias problemáticas.
Cómo ayudar :
Hablar con el joven sin acusarlo
Acudir a un terapeuta o especialista
Realizar ejercicio
Mantenerse ocupado con actividades de su agrado pero no perjudiciales para su estado de ánimo.
En Nahuali te damos diversas opciones para prevenir este problema.